Nuevo hotel, ruinas mayas y ferias de negocios: Guatemágica va por turistas en medio de desafíos
Un hotel de mil habitaciones con un área ferial para grandes eventos y convenciones de negocios. Una pista de aterrizaje para mejorar la conectividad aérea de un destino cuyo acceso en vehículo ha resultado complicado. La expansión del parque acuático Xocomil y la proyección del santuario natural e histórico de Takalik Abaj forman parte de los proyectos que el nodo de desarrollo Guatemágica prevé ejecutar en un plazo de cinco años, con el objetivo de atraer más turismo nacional e internacional.
En 2024, Retalhuleu se posicionó como el segundo destino más visitado del país, después de Antigua Guatemala, según registros del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), desplazando a destinos tradicionalmente consolidados, como Tikal o Panajachel. Este departamento es reconocido por su potencial como multidestino, según el consenso de las fuentes consultadas, debido a sus parques temáticos y sitios arqueológicos. Además, forma parte de Guatemágica, un polo turístico que ofrece naturaleza, cultura maya, agroturismo, sol y playa. ¿Cuál es la hoja de ruta que debe seguir el Ejecutivo en conjunto con los proyectos de inversión privada?
Centro de convenciones de clase mundial
Actualmente, en el Instituto de Recreación de los Trabajadores (Irtra) existe un centro de convenciones con capacidad para mil personas. No obstante, Claudia Schwartz, secretaria del Buró de Convenciones de Guatemala, considera que se necesita uno con mayores capacidades y tecnología de punta.
Además, Guatemágica “ha crecido exponencialmente en los últimos años, por lo cual contar con un nuevo centro de convenciones crearía más demanda, no solo para el área, sino también para todos los negocios que están alrededor”, explica Schwartz.
Rolando Schweikert, presidente de la Cámara de Turismo de Guatemala, estima que la derrama económica que deja cada turista en esta región oscila entre US$50 y US$80 diarios. Impulsar este tipo de turismo con nueva infraestructura tendría el potencial de atraer visitantes de El Salvador, el sur de México y Honduras.
Una convención puede generar hasta US$1 millón en una semana, según estimaciones de Schwartz. Este tipo de eventos impulsan el desarrollo del polo turístico, ya que benefician no solo a los parques del Irtra, sino también a los hoteles y restaurantes de la zona, destaca Schwartz.
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Por ejemplo, María Mercedes Rabanales, integrante de la mesa de Guatemágica, iniciativa que promueve a Retalhuleu como destino turístico, estima que hace 40 años en esta región solo existían cinco hoteles, mientras que en la actualidad hay más de 80.
Uno de los próximos proyectos en el área es un nuevo centro de convenciones en el Irtra. De acuerdo con Ricardo Castillo Sinibaldi, presidente de esa entidad, esta infraestructura tendría capacidad para recibir a 15 mil personas. Se construirá en un terreno de 12 manzanas y se proyecta que albergue exhibiciones, conferencias y recepciones, además de contar con acceso para tráileres que faciliten el traslado de mercadería para las exposiciones.
Según Claudia Schwartz, para recibir grandes eventos, este centro de convenciones debe contar con tecnología de punta, es decir, integrar tendencias relacionadas con la inteligencia artificial. “Las personas tienen tantos distractores que, en una convención, necesitan todo lo necesario para captar su atención. También está el tema de la experiencia. Nosotros somos dadores de experiencia dentro de la industria del turismo y de los congresos y convenciones. Ahí tenemos la responsabilidad de capacitar al personal para que esas experiencias sean únicas”, resalta.
El Irtra plantea contruir un nuevo hotel con capacidad para 1 mil personas, que cuente con pisicnas, restaurantes, bares y entretenimiento. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)
Con un centro de convenciones de tal capacidad, surge la necesidad de ampliar la oferta de hospedaje. Castillo Sinibaldi señala que los participantes en las convenciones “normalmente no vienen solos, traen a su familia, asesores o invitados. Entonces, requieren que haya más hospedaje”.
En esa línea, Castillo Sinibaldi planea la construcción de un hotel con hasta mil habitaciones. “Eso requiere otros servicios: más piscinas, más atracciones, bares y restaurantes. Todo esto crecerá en esa proporción”, añade.
Expansión de Xocomil
Otro tipo de turismo que ha crecido en la zona es el de parques de diversiones. El tercer proyecto en la lista, ya en ejecución, es la ampliación del parque Xocomil en un área de 10 manzanas. Castillo Sinibaldi proyecta que, con esta nueva área, la capacidad de turistas se duplicará y podría alcanzar las 16 mil personas.
Para que el incremento de visitantes sea posible, la conectividad juega un papel clave. Otro de los proyectos en ejecución es una pista aérea para avionetas, con el propósito de “transportar a gente de la ciudad a nuestro parque (Irtra) y que vengan directamente. Son las vías de comunicación indispensables para que un área se desarrolle”, señala Castillo Sinibaldi.
Pista de aterrizaje en el Irtra para recibir aeronaves desde la capital. (Foto Prensa Libre: Érik Ávila)
Este proyecto está diseñado para los turistas que visiten el Irtra. Sin embargo, Guatemágica requiere un aeropuerto internacional, que, según Castillo Sinibaldi, podría estar listo en un plazo no menor de cinco años. Para ello, se necesita la colaboración del Gobierno para construir en esta región un aeropuerto que permita vuelos directos desde El Salvador, Costa Rica, Panamá o cualquier otro país a Retalhuleu. “Requiere una cantidad grande de terreno, que hay que buscar y desarrollar. Estamos en contacto con el Gobierno y con la iniciativa privada para evaluar las posibilidades”, añade Castillo Sinibaldi.
Turismo de playa: asignatura pendiente
Alrededor de estos parques hay otros atractivos turísticos más pequeños, algunos privados y otros públicos, como las playas. En Guatemágica destaca Champerico. Sin embargo, no ha recibido el impulso necesario y, actualmente, “para el turista salvadoreño, costarricense o incluso para el mismo visitante nacional de la capital, todavía no es un destino reconocido”, evalúa Schweikert.
Según la iniciativa de Guatemágica, después de los parques de diversiones, las playas son el segundo atractivo turístico más buscado por los visitantes. A pesar de su potencial, Rabanales señala que “no hemos desarrollado en Guatemala ningún proyecto donde las playas tengan un valor turístico importante. No ha habido, por parte del Estado de Guatemala, una inversión que permita crear malecones, áreas de restaurantes, zonas de parqueo o espacios hoteleros”.
Destaca que la pesca y el surf son dos actividades que podrían impulsarse en el sector. Para aprovechar el potencial de este tipo de turismo en la región, falta una visión clara y “trabajo en conjunto a nivel de Estado y sector privado con una perspectiva macro. De lo contrario, difícilmente se lograrán avances”, señala Rabanales.
Hace 10 años, Castillo Sinibaldi presentó un plan para desarrollar la playa; sin embargo, las autoridades de Champerico no lo aceptaron. Este proyecto contemplaba la construcción de un bulevar, un muelle, restaurantes y hoteles. Otro de los puntos de este plan era que “del lado de la dársena se brindara servicio de lancha y de yates para actividades de pesca, mientras que al lado derecho se podía construir un club de surf para atraer visitantes”, explica Castillo Sinibaldi.
El surf y la pesca son dos actividades que pueden impulsarse en la playa de Champerico para atraer turismo. (Foto Prensa Libre: Erick Ávila)
Alcaldes: Más seguridad e infraestructura
William Valiente, alcalde de San Felipe, Retalhuleu, coincide en la urgencia de mejorar la conectividad aérea en la zona, a través de un aeropuerto, el cual indica que se está evaluando Mazatenango como posible terreno para su contrucción.
Respecto a la infraestructura vial, señala que en San Felipe “tenemos bastantes vías alternas que por invierno no están en buen estado, ya que son de terracería, y comunican con el municipio de San Francisco”, por lo cual requiere que sean pavimentadas o asfaltadas.
Con la carretera privada en construcción Xochi, una de las preocupaciones de Valiente es que al “desfogar en la Finca Los Brillantes el caos vehicular desde San Antonio, Mazatenango, Cuyotenango, lo vamos a tener en próximos meses acá en el departamento de Retalhuleu, en el área conocida como el Zarco”.
Mientras que Pablo Villatoro, alcalde de Retalhuleu, indica que la promoción es otra de las necesidades para posicionar Guatemágica en el mapa del turista internacional. Añade que en esta región existen lugares emblemáticos como los parques acuáticos, sitios arqueológicos y playas, sin embargo, para llegar a estos, la falta de carreteras, el mantenimiento y la ausencia de señalización de las existentes “son un problema”.
“Necesitamos más seguridad, en lugares como Champerico o Tulate, que son playas que pertenecen al departamento de Retalhuleu”, indica Villatoro.
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Para impulsar el turismo en el municipio de Retalhuleu plantea el remozamiento del Centro Histórico, así como de la estación de buses, conocida como la galera, y del estadio del municipio. “Estos trabajos iniciarán en 2025 y estarán listos en ocho meses a un año a partir del inicio del remozamiento, con el fin de mejorar la experiencia del turista”, señala.
Desafíos de conectividad
Si bien los proyectos buscan preparar a Guatemágica para el turismo internacional, la movilidad sigue siendo un desafío en esta área. Según Rolando Schweikert, presidente de la Cámara de Turismo de Guatemala, “normalmente en Guatemala las distancias no son tan largas, pero muchas veces se deja de vender el destino de Retalhuleu por el estado de las carreteras”.
La Cámara de Turismo de Guatemala y el Buró de Convenciones de Guatemala coinciden en que la prioridad debe ser la construcción de carreteras. “Nosotros quisiéramos que las carreteras fueran de cuatro carriles. Cuando son grupos organizados, llevan el tiempo muy ajustado y no puede ser que el viaje nos tome siete u ocho horas un viernes, pero que el domingo, si salimos a las siete de la mañana, tardemos tres horas y media o cuatro”, señala Schweikert.
El tiempo de traslado impacta en la estadía de los turistas. Rabanales estima que “de los tres días que deberían permanecer en el destino, lo reducen básicamente a uno o uno y medio por el tema de traslados. No es que dejen de venir, pero empiezan a pernoctar menos, lo que nos perjudica porque se consume menos en el territorio”.
En el caso de las convenciones, la duración del viaje puede marcar la diferencia entre realizar el evento en Guatemágica o buscar otro destino. “Si es una convención de tres o cuatro días, quizá sí podrían hacer ese desplazamiento, pero en convenciones cortas el desafío es mayor, porque pasar tanto tiempo en carretera muchas veces desmotiva a las personas a organizar sus congresos, convenciones o reuniones en esos lugares y optan por sitios más cercanos”, argumenta Schwartz.
Actualmente, está en desarrollo un proyecto vial privado conocido como Xochi, Corredor de las Flores, que busca reducir el tiempo de traslado en esta zona a 30 minutos para una distancia de 31 kilómetros, en la cual se deberá pagar peaje. Esta carretera también garantizará seguridad para quienes la transiten, un aspecto clave para el turismo en Guatemágica, ya que es un “destino diseñado para familias, grupos de cinco, cuatro u ocho personas que vienen a pernoctar y compartir. Entonces, si se viaja con niños, la seguridad es un factor fundamental”, resalta Rabanales.
Sin embargo, Schwartz considera que el Gobierno deberá mejorar las carreteras para facilitar el acceso a todos los destinos del país. “Guatemala es un destino que siempre hemos promovido para congresos y convenciones, destacando que es pequeño, pero muy rico en atractivos. El problema es que, en este momento, lo ‘pequeño’ en términos de desplazamiento implica que tarde cuatro horas en llegar a un destino que está a 200 o 250 kilómetros de la ciudad de Guatemala”.
Además de contar con carreteras que reduzcan los tiempos de traslado, Guatemágica requiere vuelos, tanto internos como internacionales. “La conectividad aérea es sumamente importante. Contar con líneas aéreas o vuelos de bajo costo sería muy beneficioso, ya que permitiría desarrollar fácilmente esta área como un polo turístico”, plantea Schwartz.
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