Los cinco desafíos para Werner Ovalle como jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT)

Los cinco desafíos para Werner Ovalle como jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT)

El 14 de abril, Werner Ovalle asumirá como nuevo jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), un cargo que conlleva una serie de desafíos clave para cumplir con la recaudación de impuestos y dotar a la administración pública de los recursos necesarios para su funcionamiento.

El Directorio de la SAT eligió de forma unánime a Ovalle para que se desempeñe como el jefe de la entidad recaudadora de impuestos durante el período 2025-2030. Ovalle sustituirá a Marco Livio Díaz.

Como Superintendente de Administración Tributaria, Ovalle deberá cumplir con la meta de recaudación fiscal, que para 2025 se ha fijado en Q108 mil millones.

Además de conseguir ese objetivo, analistas expertos en temas fiscales consideran que Ovalle deberá evaluar los efectos de una nueva ley que, a su juicio, podría perjudicar la recaudación.

Se trata del Decreto 31-2024, emitido por el Congreso el año pasado: la Ley para la Integración del Sector Productivo Primario y Agropecuario, impulsada por el diputado Luis Aguirre, del bloque Cabal.

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Ley ganadera

Para Ricardo Barrientos, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), la nueva ley podría afectar negativamente la recaudación, ya que establece un régimen especial para el sector ganadero que podría reducir los ingresos fiscales.

“Tiene que ser muy transparente en publicar y discutir los datos que demuestren un beneficio real para el fisco. Hemos advertido que existe la posibilidad de migraciones masivas a este régimen especial, lo que haría que la ley termine generando pérdidas de impuestos, no ganancias”, indicó Barrientos.

Según el analista, la validación de la ley debería ser una de las primeras tareas que Ovalle asuma desde la jefatura de la SAT, ya que las estrategias que podrían ampararse bajo esta ley afectarían significativamente la recaudación.

“Que se evalúe la ley, y si se evidencia que tiene impactos negativos, el superintendente Ovalle debería tener la valentía de informarlo al Directorio y hacerlo público”, añadió.

También Erick Coyoy, analista independiente y docente universitario, considera necesario medir los impactos reales y las posibles repercusiones de esta ley. “El gran reto es implementar esa ley especial para el sector agropecuario, porque son cambios importantes. En condiciones normales tendrían que pagar bajo el régimen general, pero ahora serán beneficiados con un régimen especial”, señaló.

Funcionamiento y proyección

El funcionamiento de la SAT será crucial para dotar de recursos financieros al gobierno de Bernardo Arévalo, permitiéndole cumplir con sus promesas de campaña.
A criterio de los expertos, es vital que exista un funcionamiento íntegro del Directorio de la SAT, siendo el superintendente una pieza clave y actor operativo.

“Que el Directorio asuma con exactitud su papel. El superintendente deberá proponerles un plan de trabajo, estrategias de fiscalización, y el Directorio deberá evaluarlas”, dijo Barrientos.

También será vital establecer metas de recaudación realistas para evitar distorsiones en las estimaciones. “Durante los últimos cuatro años se subestimaron las metas de recaudación. Inicialmente, se fijaron muy bajas. Este superintendente debería enfrentar metas reales”, indicó.

Coyoy, por su parte, destaca que para cumplir con las proyecciones se deben mantener herramientas que han contribuido a mejorar la recaudación, como la tecnología.
“Ya vimos un incremento influenciado por el uso de la factura electrónica, y eso ayuda a la SAT a mantener mecanismos de control. Esto no será suficiente, y deberán implementarse temas estratégicos que proponga el nuevo superintendente”, añadió.

Rendición de cuentas y contrabando

Otros retos importantes que se identifican para Ovalle son la transparencia en la rendición de cuentas y el combate directo al contrabando.

Barrientos señala que Ovalle debe ser transparente con las evaluaciones internas de la SAT para diseñar las mejores estrategias fiscales, apoyándose en estudios nacionales o internacionales que analicen el contexto regional.

Una tarea fundamental será combatir las estructuras dedicadas a la evasión fiscal. “Ovalle tiene que proteger a los contribuyentes honestos e ir tras aquellas personas que, con trampa y fraude, pagan menos impuestos. La SAT no tiene que salir de cacería al zoológico; tiene que ir a la jungla, donde están los verdaderos evasores”, concluyó.

En síntesis, los desafíos son:

Lograr la meta de recaudación de Q108 mil millones en 2025.

Valorar los impactos de la Ley para la Integración del Sector Productivo Primario y Agropecuario (Decreto 31-2024).

Priorizar la rendición de cuentas

Enfocarse en el combate al contrabando.

Implementar prácticas contra la evasión fiscal.

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