Alistan reformas a normativas de tránsito para reducir percances viales

Alistan reformas a normativas de tránsito para reducir percances viales

Tres entidades encargadas de regular la circulación vehicular en el país analizan las normativas de tránsito para reformarlas y reducir las tragedias viales, como la ocurrida el 10 de febrero en la zona 16, cuando un bus extraurbano cayó a una hondonada y provocó 54 muertes bajo el puente Belice.

Directivos de la Dirección General de Transporte (DGT), el Departamento de Tránsito de la Policía Nacional Civil (PNC) y la Dirección General de Protección y Seguridad Vial (Provial) han sostenido reuniones para elaborar un documento con reformas al Decreto 45-2016, Ley para el Fortalecimiento de la Seguridad Vial.

El análisis de la normativa se realiza semanas después de que el presidente Bernardo Arévalo anunciara la elaboración de un nuevo reglamento de tránsito con el objetivo de evitar tragedias como la del 10 de febrero en la zona 16.

En la DGT, Provial y Tránsito se indica que hay normativas en revisión, pero no se confirma que se trate de un nuevo reglamento, ya que trabajan con base en disposiciones existentes.

El Departamento de Comunicación de Provial informó que, con el apoyo de la DGT, se analiza el Decreto 45-2016 para hacer valer normativas vigentes y actualizar otras, sin entrar en detalles.

“Se espera que en los próximos meses se logren convenios y regulaciones entre esas mesas técnicas y que sean aplicadas por las tres instituciones”, indicó Comunicación de Provial.

¿Quiénes participan?

En las mesas técnicas, según delegados de Provial, se discuten cambios en diferentes normativas de tránsito. En representación de la Dirección General de Transporte (DGT) participa Elizabeth Velásquez Rodríguez, quien asumió como directora el 2 de octubre de 2024.

Velásquez Rodríguez es licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, con especialización en administración pública. Cuenta con experiencia en gestión pública y simplificación de trámites administrativos, según su hoja de vida. También participan Wilner Galdámez, director de Provial, y Edgar René Mazariegos, director del Departamento de Tránsito.

En la DGT, con el apoyo de personal interno, se analizan reformas al Reglamento para la Prestación del Servicio Público de Transporte Extraurbano de Pasajeros por Carretera, emitido en 2012, el cual ha tenido varias prórrogas para que los transportistas retiren los buses con 25 años de antigüedad, como lo establece la normativa.

Recientemente, la DGT entregó a los transportistas una propuesta que consiste en eliminar dicha restricción a cambio de que certifiquen, a través de empresas privadas, que las unidades son aptas para circular. Sin embargo, los dueños de buses rechazaron la medida al argumentar que los costos son altos.

La directora de la DGT, Elizabeth Velásquez, explicó que los cambios a este reglamento están a cargo de asesores, personal de la Secretaría General, delegados del Departamento de Asesoría Jurídica y especialistas en Derecho.

“Su misión es elaborar un reglamento que responda de manera correcta, adecuada y actualizada a las necesidades del transporte público extraurbano de pasajeros”, precisó.

Agregó: “El marco normativo actual es anacrónico, a veces contradictorio y deja vacíos legales que permiten interpretaciones discrecionales. Sin embargo, si hay algún elemento que se pueda rescatar, será tomado en cuenta, tomando como referencia experiencias positivas derivadas de su aplicación”.

Velásquez indicó que lo ideal sería que el Congreso de la República emita primero una ley de transporte extraurbano y, posteriormente, se elabore un reglamento.

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A decir de la funcionaria, la DGT y, en general, los usuarios del transporte público requieren con urgencia una norma que atienda las necesidades del transporte extraurbano. Es potestad de los organismos Legislativo y Ejecutivo aprobar la reglamentación para atender “las instrucciones del presidente de fortalecer el respaldo legal que busque la seguridad y dignidad del usuario”.

“En este momento se elabora un esquema básico del contenido que se considera necesario en la propuesta inicial. Se espera tener un primer borrador con los elementos fundamentales entre marzo y abril”, indicó.

La directora de la DGT explicó que no pueden adelantar qué cambios contendrá el reglamento, ya que “por el momento la dirección se encuentra en las primeras reuniones para elaborar el esquema básico de contenidos”.

Falta de inspectores y otras carencias

Una de las carencias de la DGT es la falta de inspectores -actualmente hay 9- para regular la circulación del transporte de pasajeros. En ese sentido, Velásquez indicó que la proyección de la DGT es desconcentrar la atención a los usuarios para lograr presencia en diferentes regiones del país.

Según la funcionaria, se prevé aumentar a 60 la cantidad de inspectores de control y jefes regionales. Para ello, se trabajará en la creación de nuevos puestos a fin de que los inspectores cuenten con la capacidad de sancionar los casos que así lo ameriten.

Para este plan, según Velásquez, se necesita el apoyo de la Oficina Nacional de Servicio Civil (Onsec) y del Ministerio de Finanzas Públicas (Minfin), con quienes ya se tuvo un primer acercamiento.

“Estamos haciendo esfuerzos para lograr una mayor cobertura y mejor funcionalidad de los operativos y las inspectorías. Para ello, trabajamos de manera coordinada a nivel interinstitucional, principalmente con Provial, la Procuraduría de los Derechos Humanos y algunas policías municipales de tránsito”, puntualizó.

Confirman cambios

Brenda Santizo, vocera del Departamento de Tránsito, confirmó que, con diferentes secciones internas de esa dependencia, se conformaron mesas técnicas para continuar con la readecuación que establece el Decreto 33-2024, el cual reforma la Ley de Tránsito.

Las reformas aprobadas con ese decreto establecen que se puede presentar y validar ante las autoridades la calcomanía en formato digital o físico. También estipulan que las municipalidades deben notificar legalmente las infracciones y que se puede retirar un cepo sin pagar de inmediato, entre otras normativas modificadas.

En relación con el Decreto 45-2016, Ley para el Fortalecimiento de la Seguridad Vial, Santizo indicó que también se hace una adecuación al reglamento y que, en cuanto esté listo, se hará público.

“Tenemos que contar con nuestra documentación oficial para poder compartirla”, precisó.

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Insuficiente

Edgar Guerra, de la Defensoría del Usuario del Transporte Público, adscrita a la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), indicó que un nuevo reglamento de tránsito —como lo anunció el presidente Bernardo Arévalo— no es suficiente para evitar más tragedias en el transporte público y que debe existir una nueva ley de movilidad.

“Debería haber una especie de superintendencia de transporte público. La municipalidad tiene una, pero es pequeña. Mi propuesta es una superintendencia que tenga el control total del transporte y que esa responsabilidad se le quite a las municipalidades”, señaló.

Agregó: “Un nuevo reglamento no sería tan funcional, solo vendría a tapar algunos agujeros que ya existen, pero no de manera integral. Eso debería analizarse dentro de una política nacional de tránsito y transporte que siente las bases por lo menos para los próximos 25 años”.

Guerra advirtió que hay un descontrol total en el transporte público y citó como ejemplo la circulación de taxis colectivos o “piratas”, que surgieron después de la pandemia ante la falta de buses.

Además, indicó que el sistema de inspección del transporte de buses extraurbanos por parte de la DGT es insuficiente.

“Dejó de ser funcional desde hace mucho, por lo menos 20 años. Solo hay un control de tipo documental. Son nueve inspectores: cinco bajo renglón 011 y cuatro con renglón 029, para inspeccionar 23 mil buses registrados”, precisó.

Sobre cuántos inspectores se necesitarán, Guerra señaló que sería necesario descentralizar o desconcentrar la función de la DGT a nivel nacional.

“Los buses pullman son los que menos problemas registran. Los parrilleros son el verdadero inconveniente; pareciera que algunos transportistas están interesados en que no haya control”, explicó.

“Todas las condiciones en que operan los buses están diseñadas para que se generen hechos de tránsito”, puntualizó Guerra.

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