Exdirector de Amsa explica qué impide el cierre definitivo del vertedero de Amatitlán
Un nuevo incendio en el vertedero de la cuenca del Lago de Amatitlán, ubicado en el kilómetro 22 de la ruta al Pacífico, reavivó el debate sobre su cierre técnico, una discusión que lleva años sin concretarse.
Para Omar Orellana, exdirector de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Amatitlán (Amsa) entre 2015 y 2020, este incidente es un recordatorio de que la vida útil del vertedero ha llegado a su fin. A su juicio, el problema se agrava actualmente debido a la falta de capacidad y un manejo eficiente de los desechos.
Según Orellana, el vertedero debió haber sido clausurado en el 2014, cuando considera que superó su vida útil. Sin embargo, la ausencia de una alternativa viable para la disposición final de los residuos ha retrasado el proceso.
“La primera orden de cierre técnico del vertedero se emitió en el 2014, pero no se ha concretado porque no hay otro lugar para disponer de la basura”, explicó.
Añadió que el problema no es solo cerrarlo, sino definir qué se hará con los desechos después. “No se han tomado decisiones para un cierre efectivo. Lo que falta es un nuevo espacio para la basura”, señaló.
El vertedero recibe aproximadamente mil 300 toneladas de desechos al día, provenientes de más de 30 municipios, entre ellos Villa Nueva, uno de los principales generadores.
Cuando fue creado en 1994, el vertedero estaba destinado a recibir residuos de 14 municipios alrededor de la cuenca del lago. Sin embargo, con los años, más municipalidades comenzaron a enviar su basura a este punto, llevándolo al límite de su capacidad. Actualmente, unas 32 municipalidades envían allí sus desechos.
Debido al actual manejo del vertedero, que no considera óptimo por el alto volumen de residuos, se han generado largas filas de camiones y una sobrecarga de basura, lo que favorece la acumulación de gases inflamables como el metano.
LECTURAS RELACIONADAS
Las lecciones que dejó el incendio del vertedero de Amsa y qué hacer para mejorar la calidad del aire
“El incendio en el vertedero de Amsa es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor”
Estos gases, combinados con la falta de maquinaria y mantenimiento adecuado, pueden ser la causa de los incendios recurrentes en el vertedero, un problema que se ha intensificado en los últimos años.
“El metano es altamente inflamable y aumenta el riesgo de incendios, especialmente en la época seca”, indicó Orellana.
Antes, durante su gestión, explicó que la basura se compactaba en capas y se clasificaban los residuos orgánicos, lo que ayudaba a un manejo más eficiente y evitaba la sobrecarga.
Ciertos materiales eran entregados a industrias para su reutilización. No obstante, asegura que estas prácticas parecen ya no estarse implementando.
“No hay un tratamiento adecuado de la basura. No se están formando capas para enterrar los desechos; todo se tira junto”, afirmó.
La imagen muestra la pequeña cantidad de basura que originalmente debía gestionarse, contrastando con la situación actual del vertedero, donde hay sobrecarga y los incendios se han vuelto recurrentes. (Foto Prensa Libre: cortesía)
Orellana también señaló que los choferes de los camiones deben esperar largas horas para descargar debido a la acumulación de basura, lo que genera pérdidas de tiempo y dinero.
LECTURAS RELACIONADAS
Clasificación de la basura: Guatemala no es el único país con desafíos, ¿cómo están los demás en Centroamérica?
Clasificación de basura: el reglamento que Ambiente no logra implementar y que Anam propone sustituir para evitar un ‘Frankenstein’
Esta situación, sumada a la falta de gestión eficiente y al peligro ambiental del metano, contribuye a los incendios. Además, algunos especulan que el fuego podría ser provocado para reducir la acumulación de basura y ganar espacio.
Según Orellana, la presión sobre el vertedero aumenta en temporadas como la Semana Santa, cuando el volumen de residuos crece significativamente, y se demanda más espacio aún.
Lea también: Fracasa clasificación de desechos en primer día de implementación
*¿Por qué no se ha cerrado el vertedero?*
A pesar de múltiples promesas de cierre técnico, especialmente tras incendios en el vertedero, nunca se han concretado.
En el 2016, el entonces alcalde de Villa Nueva, Edwin Escobar, adquirió por más de Q15 millones dos terrenos, con la intención de habilitar un nuevo vertedero, pero una denuncia impidió su uso.
La Contraloría General de Cuentas (CGC) alertó sobre una posible sobrevaloración de los terrenos y emitió varias sanciones a la comuna.
En febrero del 2021, el entonces presidente Alejandro Giammattei anunció por segunda vez el cierre técnico del vertedero.
En ese momento, el Ejecutivo aseguró que trabajaría junto a los alcaldes del sur del departamento de Guatemala en un nuevo proyecto, pero no hubo avances significativos.
LECTURAS RELACIONADAS
Calidad del aire en Guatemala 2025: principales riesgos, grupos vulnerables y claves para proteger la salud
¿Por qué la industria de reciclaje en Guatemala depende de toda una cadena? Se han detectado dos modalidades de operar
Postura de Amsa
Rodolfo García, portavoz de Amsa, explicó que no existen registros sobre el origen o contexto en el que han ocurrido los incendios anteriores.
Respecto de las sospechas de que estos se inician en circunstancias irregulares, indicó que no se descarta esa posibilidad. Si fueran intencionales, sería necesaria una investigación más profunda, señaló.
De acuerdo con García, el cierre técnico sigue en discusión.
Además, mencionó que, junto al Ministerio de Ambiente, han solicitado prórrogas y utilizado distintos mecanismos para el tratamiento de la basura, lo que ha permitido que el vertedero continúe operando.
Lea también: Qué es un seguro contra terceros en Guatemala y cómo se aplica con el que ahora será obligatorio